Los políticos de ahora no tienen el nivel de los de antes, y tú entonces tenías cuarenta años menos. Esa tendencia que tenemos los humanos a idealizar el pasado choca de bruces continuamente con la realidad, pero debe formar parte de algún instinto de supervivencia o algo así.
Un gabinete joven dedicado a la incidencia pública, BeBartlet, acaba de difundir un informe sobre lo que llaman “líderes emergentes”, es decir, jóvenes líderes que forman parte del Parlamento Europeo, del Gobierno de España, del Congreso, el Senado, los parlamentos autonómicos y los ayuntamientos y gobiernos de las diputaciones provinciales. En total, casi 6.000 jóvenes que están desempeñando ya labores relevantes en las principales instituciones del país. La fotografía final no encierra demasiadas sorpresas. El perfil medio de un líder emergente según este trabajo sería un joven entre 36 y 39 años, procedente de Cataluña, Andalucía, Castilla y León, la Comunidad de Madrid o la Comunidad Valenciana. Si fuese de izquierdas, habría estudiado Derecho, Relaciones Internacionales y/o Ciencias Políticas. Si fuese de derechas, tendría un grado en Derecho, Ciencias Políticas y/o ADE. En ambos casos se dedicaría a temas relacionados con instituciones, servicios sociales o cultura, y se mantiene la tendencia de ellas a optar por carreras de humanidades y de ellos por las ingenierías.
Es evidente y muy interesante comprobar cómo, tras la incorporación en 2015 de líderes de nuevas formaciones en las instituciones de todo el país, con perfiles diferentes y más disruptivos, en una década el sistema ha tendido a recuperar las claves anteriores con la mínima actualización que el tiempo impone. El momento del cambio disruptivo pasó y… Seguir leyendo en infolibre.es