Esta semana el mundo ha cambiado. Es cierto que cambia continuamente, pero en apenas unos días se ha materializado una revolución.
El nuevo inquilino de la Casa Blanca ha decidido iniciar la senda para retomar el liderazgo de Estados Unidos en la batalla por el clima, y hacer de ello una bandera. Los días 22 y 23 convocó una cumbre de más de 40 líderes mundiales con objeto de redoblar los esfuerzos en los compromisos de reducciones de emisiones de CO2. El resultado es conocido: China ha acordado con EEUU compromisos históricos, el propio Biden se ha comprometido a reducir las emisiones un 50% en 2035, la Unión Europea, mediante la Ley Europea de Cambio Climático, un 55% para 2030, y el Reino Unido nada menos que el 78% para 2035. Quien no se apunte se quedará fuera de juego. Y quien encabece, definirá el futuro. (Una comparativa de los datos y lo que supone puede verse aquí).
Celebrada la noticia, conviene no emocionarse en exceso. Si miramos lo que dice la ciencia estos compromisos son insuficientes. Todos lo son. Pero sin ellos no se iniciará el camino que nos lleve a una reconciliación suficientemente clara con el planeta como para seguir viviendo en él, porque de eso se trata.
Una de las cosas que probablemente más nos ha enseñado la pandemia es a sabernos y a entendernos como parte de una biosfera, de la que dependemos íntimamente. Como no se cansan de decir los biólogos, el debilitamiento de los ecosistemas nos hace más vulnerables a fenómenos como las pandemias; el incremento de la frecuencia y virulencia de fenómenos meteorológicos debido al cambio climático compromete buena parte del territorio, y un largo etcétera de elementos que se podrían enumerar.
Menos atención se ha prestado hasta ahora, sin embargo, a las consecuencias sociales de la crisis ambiental. El cambio climático nos empobrece a todos, pero mucho más a los que menos tienen, que cuentan con menos posibilidades de hacer frente a las adversidades, habitan en viviendas y territorios más vulnerables y están más expuestos a riesgos externos. El cambio climático es ya el primer factor de… Seguir leyendo en infolibre.es