Los resultados de la primera vuelta de las presidenciales francesas siguen la senda dibujada en buena parte de los países europeos desde hace una década: desafección creciente, pero no al sistema en sí, sino a esta forma concreta del sistema, o lo que es lo mismo, a quienes lo representan.
A la hora de escribir estas líneas, y salvo sorpresas de último momento, los datos arrojan una subida de cuatro puntos más para Macron y de dos para Marine Le Pen. Pese a los nervios y filtraciones de última hora, Macron no sólo ha mantenido la primera posición, sino que ha incrementado la distancia con la representante de la extrema derecha, ahora dulcificada ante la opinión pública por la aparición por su derecha de Zemmour.
A falta de mayor información que nos permita profundizar en el conocimiento de resultados por los distintos municipios y regiones, tres elementos destacan desde mi punto de vista. Sigue leyendo en infolibre.es