La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha publicado hoy, 27 de octubre, su informe ‘World Energy Outlook 2022‘ (WEO) en un momento en el que el mundo está sumido en una gran crisis de combustibles fósiles. Estas son las principales conclusiones del estudio:
- La demanda de combustibles fósiles alcanza su punto máximo, impulsando la inflación
Por primera vez, la demanda mundial de cada uno de los combustibles fósiles muestra un pico o meseta en todos los escenarios del WEO. La AIE afirma que los combustibles fósiles han contribuido al aumento de la inflación y la inseguridad alimentaria en todo el mundo.
- La energía eólica, la solar y la eficiencia están reduciendo los costes
La AIE concluye que una mayor inversión en energías limpias habría ayudado a moderar el impacto de la crisis, y la eólica, la solar y la eficiencia energética representan la mejor forma de salir de ella. El informe afirma que en la mayoría de las regiones una mayor proporción de energías renovables conduce a precios más bajos. Para alcanzar el escenario Net Zero en 2050, las inversiones en energías limpias deben triplicarse con creces, pasando de los 1,3 billones de dólares actuales a unos 4 billones en 2030.
- El gas ya no se considera un combustible de transición, se reduce su papel en los escenarios
La AIE afirma que la era de rápido crecimiento de la demanda de gas natural llegará pronto a su fin. El apoyo al gas en las economías en desarrollo se ha ralentizado, sobre todo en el sur y el sureste de Asia, lo que hace mella en las credenciales del gas como combustible de transición.
La demanda de gas se ve amortiguada por los precios más altos a corto plazo; el despliegue más rápido de las bombas de calor y otras medidas de eficiencia; el mayor despliegue de las energías renovables y la adopción más rápida de otras opciones de flexibilidad en el sector eléctrico.
- Los nuevos proyectos de combustibles fósiles no resolverán la crisis energética
Si bien la AIE sugiere que la escasez inmediata de producción de combustibles fósiles de Rusia tendrá que ser sustituida por la producción existente en otros lugares, los sustitutos más adecuados a corto plazo son los proyectos existentes con plazos cortos que llevan el petróleo y el gas al mercado rápidamente, así como la captura de parte de los 260 bcm de gas que se desperdicia cada año a través de la quema y las fugas de metano. Las aprobaciones de nuevos yacimientos de petróleo y gas convencionales que se realicen en la actualidad no ayudarán a satisfacer estas necesidades inmediatas. Además, se espera que el aumento del uso del carbón sea temporal y sea sustituido por las energías renovables a medida que la crisis vaya remitiendo.
Ya se puede consultar el informe completo en iea.org