Dicen que en España no le hacemos mucho caso a los asuntos de política internacional, pero esta semana no va a quedar otra. Y no sólo porque Madrid vaya a ser sede de la Cumbre de la OTAN, sino porque en los mismos días se reunirán otras tres cumbres; las de la UE, los BRICS y el G-7.
Si bien es cierto que antes de empezar la guerra ya estábamos en un camino inflacionario, ésta lo ha acelerado enormemente. Tanto, que las sociedades occidentales viven con angustia el fin del verano con cifras de inflación que rondan el 9% y comprometen la anhelada recuperación económica tras la pandemia. En este contexto es donde hay que entender el nuevo paquete de medidas anunciado por el Gobierno.
A falta de mayor concreción y de conocer cómo queda la aprobación del impuesto a las energéticas, esas medidas van destinadas a los sectores más vulnerables –200 euros a familias con ingresos por debajo de 14.000 e incremento del 15% de las pensiones no contributivas– y por vez primera se hace una señal también a las clases medias con la rebaja de los bonos de transporte a partir de septiembre. ¿Será suficiente para estos amplios sectores de la sociedad, acostumbrados a la estabilidad y esperanzados con la recuperación económica, que hoy ven cómo sus ahorros merman para hacer frente a los gastos del día a día?…
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