Las elecciones presidenciales en Francia son el enésimo aviso de que las democracias europeas están gravemente heridas en su credibilidad. Con la participación más baja desde 1969, Macron ganó, pero Le Pen recortó la distancia a más de la mitad respecto a hace cinco años. Que Macron no crea que los votos recibidos son por él, sino, en buena medida, contra ella, y sus partidarios de verdad se verán en unas legislativas que se intuyen complejas. Veremos cómo y con quién se forma el gobierno.
Una derrota dulce para la ultraderecha, que inmediatamente inició la campaña de las legislativas que se celebrarán en un par de meses sin perder la vista tampoco en el 2027, momento en que Macron no podrá volver a presentarse, Mélenchon tendrá ya 75 años, y Marine Le Pen, si nada pasa, volverá a ser candidata. Cinco años son muchos para aventurar nada, pero nadie le pierde de vista. Sigue leyendo en infolibre.es