Las elecciones de la Comunidad de Castilla y León apenas dieron sorpresas, pero los análisis van a dar para mucho: el Partido Popular adelantó convocatoria de elecciones para gobernar cómodamente aspirando incluso a una mayoría absoluta. Lo que ha conseguido en realidad ha sido ganar dos procuradores, pero ha acabado de hundir a Ciudadanos y ha consolidado la carrera ascendente que Vox venía describiendo desde las elecciones generales del 10 de noviembre, donde obtuvo el 16,8% de los votos, apenas un punto menos de lo que ha conseguido ahora. La derecha gana, pero más que por haber incrementado sus apoyos, por el evidente retroceso de la izquierda. Se puede considerar que el PP ha ganado las elecciones pero ha perdido la posición, quedando en las manos de Vox, que en la misma noche del domingo no dudó en reclamar la vicepresidencia en su primera reacción. ¿Cómo van a integrar esto los populares en una estrategia nacional?
El PSOE no consigue mantener la primera posición que obtuvo en las autonómicas de 2019 y queda relegado a un segundo puesto con un porcentaje similar al obtenido el 10N. Unidas Podemos, pese a ir esta vez con IU –a diferencia de hace tres años– pierde un diputado y consolida la tendencia descendente. En definitiva, la izquierda cede terreno en unas elecciones en las que aspiraba, en el mejor de los casos, a no perder demasiado.
Hasta aquí poco nuevo: PP, PSOE y Vox repiten porcentajes bastantes similares a la ya citada convocatoria electoral del 10 de noviembre, Ciudadanos y Podemos confirman su tendencia a la baja. Curiosamente, los partidos de la nueva política se quedan cada uno con un procurador, aunque el descenso de Ciudadanos es incomparable al de Podemos. En definitiva… Seguir leyendo en infolibre.es