La remodelación del Ejecutivo, la más rotunda en términos cuantitativos de esta etapa democrática, deja muchos mensajes de interés
Fin de curso por todo lo alto con una remodelación de Gobierno rebosante de mensajes. Como contexto, la intención de dejar en el pasado la pandemia, la crisis económica y el bloqueo en Cataluña, para afrontar septiembre, la segunda mitad de legislatura, con un relato en positivo. Esa es, al menos, la intención: de la enfermedad, la crisis y el conflicto a la vacunación, la recuperación y el diálogo.
En este escenario, la remodelación de Gobierno anunciada por Pedro Sánchez, la más rotunda en términos cuantitativos de esta etapa democrática, deja muchos mensajes de interés. En primer lugar, la constatación de que el Gobierno de coalición sigue siendo un acuerdo de dos, donde todavía no se ha entendido que la clave es que el total sea más que la suma de las partes. Remodelar el Gobierno para afrontar mejor la nueva etapa de recuperación sería igual de válido para los ministros socialistas que para los de Unidas Podemos. Sin embargo, los morados no han movido ninguna ficha, pese a la valoración negativa de muchos de ellos. Hay quien piensa que no tienen banquillo, y quien aduce que la fragilidad de los equilibrios dentro de Unidas Podemos es tal que conviene no tocar ninguna pieza. Sea como fuere, su inmovilismo no… Seguir leyendo en elpais.com