Con las asambleas ciudadanas se pretende hacer de la sostenibilidad un eje central de la sociedad
Sea consecuencia de la pandemia o no, España está inmersa en una “ola reseteadora” que se materializa en diversas iniciativas y proyectos: una mirada de largo plazo desde el programa España 2050, una Estrategia de Desarrollo Sostenible para cumplir la Agenda 2030 en ciernes, el instrumento europeo Next Generation para hacer posible esta transformación, un ejercicio de rendición de cuentas con la iniciativa Cumpliendo, y la recién anunciada Asamblea Ciudadana para el Clima, que desarrolla uno de los preceptos de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética.
El conjunto de tales ejercicios indica que el actual es un momento de profundo replanteamiento del modelo social y económico, como corresponde a estos tiempos de movimientos tectónicos. Para garantizar su éxito, se suele apelar a la necesidad de articular acuerdos políticos de amplio alcance, y es difícil cuestionar que así sea. No obstante, hay otros elementos no menos relevantes que se suelen olvidar. Por un lado, la coherencia de políticas -es decir, la necesidad de que los diferentes instrumentos aporten a un objetivo común-, y por otro ser capaces de articular una gran conversación social, más allá de los entornos habituales, sobre los grandes retos hoy diagnosticados.
Acuerdos políticos, conversación social y coherencia de políticas para abordar el mayor reto que la humanidad tiene ante sí: hacer frente a la crisis climática que ya empieza a cambiarlo todo. En este sentido, la Asamblea Ciudadana para el Clima que acaba de anunciarse en España puede tener un componente de innovación social que ayude a articular ese diálogo plural, fomente la posibilidad de acuerdo político, y le dé a la transición ecológica la profundidad necesaria como para que se convierta en vector de… Seguir leyendo en elpais.com