En un contexto de polarización, los indultos a los presos del ‘procés’ son una jugada de riesgo solo apta para quien entiende la responsabilidad del Gobierno por encima del interés del partido
Es obligación de todo Gobierno intentar resolver los problemas de la sociedad para la que gobierna, y en su pericia está que la elección de lo que hay que hacer para solventar estos asuntos sea comprendido por la ciudadanía.
La cuestión de los indultos a los presos del procésparece estar a punto de decidirse. Es sabido que contará con los informes judiciales en contra y que la oposición cargará contra el Gobierno de coalición si es que éste finalmente se decide a concederlos.
Por su especificidad política estos indultos no son comparables a los más de diez mil concedidos entre 1996 y 2020, ni tienen mucho que ver con otros aplicados a golpistas, acusados de terrorismo o condenados por corrupción. Más que buscar precedentes que difícilmente pueden servir de comparación, se trata de analizar hasta qué punto pueden servir al objetivo de la convivencia. Tiene razón el presidente del Supremo cuando afirma que en este asunto no hay concordia. La pregunta es si estos indultos pueden ayudar a alcanzar dicha concordia. Es decir, si pueden ayudar a iniciar un camino de reencuentro en la sociedad catalana y de esta con el conjunto de España, o por el contrario, pueden debilitar a quien los conceda y… Seguir leyendo en elpais.com